Blues de Estocolmo
por Nina Lekanderer

Todo es un asunto de posición. Hay asientos en la parte trasera del autobús, y asientos de esquina en el metro, reservados para los minusválidos. En el camino hacia el trabajo hay diferentes posiciones desde las cuales observo mis congéneres de Estocolmo. En la parte temprana del día son los ancianos rumbo al trabajo con sus bolsas anticuadas. Me imagino que trabajan en algún tipo de bodega o en una de las pocas industrias que quedan en las afueras de la ciudad. Cada vez son menos, mas viejos y mas callados. No importa su estatura real, se ven pequeños y no muy glamorosos. Se mezclan con la multitud de niños de carrera rumbo a la escuela y las oficinistas con sus cadenillas doradas y demasiado perfume.

Mas tarde hay bastantes personas como yo. Mujeres con portafolios y bolsos de mano - ya sea estudiantes o trabajadoras de oficina- y mujeres empujando carreolas. Hay oficinistas y dependientas de tienda, y algunas veces recuerdo a alguien de haberlo visto en la tienda de vinos y licores. El perfume persiste en el ambiente con un ligero toque de tabaco. Casi no hay hombres a esta hora, algunos son muy jóvenes, y el ocasional traje con portafolio de quien se le descompuso su vehículo, pareciera que andan confundidos en el sistema de transporte público, no saben que hacer con los boletos y el periódico lo van doblando hasta lograr su tamaño mas cómodo. Con la excepción de algunos Latino Americanos bien integrados y el ocasional intelectual Iraní, tampoco hay inmigrantes. Después de todo esto es el centro de la ciudad. Todos los niños son blancos, salvo los que son adoptados. Estos eran los días, es uno de los pensamientos que vienen a la mente cuando me encuentro con Micke Berg. Nunca en el autobús, siempre en la calle, ya sea caminando o en su motocicleta, algunas veces empujando la carreola del bebe. Que carajos, nos dice, nuestro barrio se ha convertido en un estacionamiento para Mercedes y BMWs. Solemos encontrarnos en la tienda de abarrotes Erstalivs, de la esquina, adonde todavía puedes comprar a crédito cuando se te acaba el dinero. A las viejitas que allí compran hasta te llevan los abarrotes hasta su casa. Como si fuera un programa de asistencia subsidiado por el estado, solo que es trata de una empresa...

PRIMERA PAGINA DEL TEXTO DE NINA LEKANDER DEL LIBRO "STOCKHOLM BLUES", CPN FOTOGRAF´IAS EN BLANCO Y NEGRO EN DUOTONO DE MICKE BERG, PUBLICADO POR JOURNAL, EN ESTOCOLMO [© 1994 BERG, LEKANDER, JOURNAL]

Micke Berg vive y trabaja en Estocolmo, y puede ser localizado en:

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