Soy una mujer y vivo en Irán. Soy
una fotógrafa y eso
es lo único que sé hacer. Comencé a trabajar
en cuanto
terminé mis estudios. Por accidente los temas de mis
dos primeros trabajos fueron las "mujeres". Sin
embargo desde entonces, cada vez que pienso en un
nueva serie, de alguna manera esta relacionado con las
mujeres.
El lugar que ocupan las mujeres iraníes en el mundo es
importante para mi porque estoy segura que nadie sabe mucho de
ello. Quizá la única
percepción
de
un extranjero sobre la mujer iraní es un chador negro,
no obstante trato de representar todos los aspectos
de la mujer iraní. Y eso depende por completo de mi
propia situación. Cuando relicé la serie fotográfica
de
Qajar, acababa de graduarme y la dulidad y
contradicciones de la vida en ese momento me dió el
motivo para mostrar este contraste: una mujer a la que
uno no puede afirmar a cual tiempo pertenece, una
fotografía de dos eras, una mujer confundida, una
mujer que no está conectada a los objetos que posee.
Era muy natural que después de el casamiento, las
aspiradoras, las ollas y los sartenes salieran en mis
fotos, una mujer con una apariencia diferente-una
mujer que sin importar en que parte del mundo vive,
sigue teniendo esa clase de aprehensiones. Esta vez,
la mujer es presa de una rutina diaria y repetitiva, y
por esta razón titulé a la serie "Como cada
día ".
Ahora sé lo que quería decir
con mis
fotografías. Hasta ahora he tenido demasiadas fotos en
las que las mujeres aparecen como ciudadanas de
segunda categoría o muestro la censura de las mujeres.
Deseo continuar hablando de las mujeres porque todavía
tengo mucho que decir. Estas son mis palabras como
mujer y las palabras de todas las otras mujeres que
viven en Irán, en donde el ser mujer tiene su propio
sistema . Y aunque finalmente he creado estas
fotografías en mi propio estudio doy seguimiento a
temas sociales.
Las fotografías no son auténticos
documentos pero tratan sobre temas sociales actuales.