El arte de aprehender imágenes
imagen 1
leon

 

Hubo épocas en que los Unicornios fueron dados por reales pero, posteriormente, cuando el hombre dejó de verlos, pasaron a la Historia como un mito. Efectivamente existieron, y hay pruebas - que adelante presentaremos - que lo confirman.

Desde el siglo IV, magos y alquimistas investigaron fenómenos relacionados con la luz y las imágenes.

En seguida viene la reproducción de un tosco grabado que ilustra la máquina mágica, que resulta ser una cámara oscura con espejos de reflexión.

De este libro no existen ejemplares en ninguna biblioteca. El único conocido es propiedad del Sr. Irving Collingwood, quien proporcionó los datos y una copia fotográfica de la portada.


Merlín y Fata Morgana con cámara oscura

En él también se relata cómo Fata Morgana, hechicera de la corte y hermana de Arturo, celosa del prestigio de Merlín logró robar secretos del mago para tratar de utilizarlos. Entre ellos éste: "El ojo de la caja mágica deberá ser perforado con un cuerno de Unicornio. De no ser así, la caja resultará por completo inefectiva."

Así, Merlín fue el iniciador de aquella creencia (que perduró hasta el siglo XI) de que sólo el cuerno de Unicornio servía para perforar cajas mágicas y por ello resultó, indirectamente, responsable de su extinción.

En los capítulos siguientes de Magicians and Light se narran otras hazañas mágicas debidas a "hechiceros" que vivieron hasta el siglo XVI. Leonardo y Giovanni Battista della Porta figuran entre ellos.

Con Merlín aparece la primera referencia al Unicornio y su participación en el "arte de aprehender imágenes".Tzung Ching Pung, alquimista del siglo VI, hizo esta otra, que por cierto es la única alusión proveniente de China a la cámara oscura y al Unicornio."Para lograr bellas y delicadas reproducciones, tanto de bosques y lagos, así como de cualquier cosa en general, es necesario disponer del cuerno de Unicornio de Tchung-Kuo."

Muchas situaciones que consideramos irreales no lo son. Desentrañar y manejar fenómenos físicos, no es tan complicado como parece. Hace muchos siglos, hubo hombres que investigaron y resolvieron aspectos que para nosotros todavía son un misterio.

Uno de los hechos más lamentables de la historia, fue la destrucción de la Biblioteca de Alejandría por orden del califa Omar. Es de suponer que esta biblioteca contenía secretos maravillosos que, al perderse, retrasaron en siglos algunos aspectos del conocimiento humano.

Pocas cosas pudieron rescatarse. De entre ellas, por estar relacionado con nuestro tema, transcribiremos parte de un texto que de allí provenía. Fue escrito en el siglo VI por un médico y alquimista árabe llamado Abd-el-Kamir, de quien existen muy pocos datos. He aquí un fragmento:

"Cuando la plata es fundida, quedan en el fondo del recipiente unas partículas pequeñas de color plomizo. Si estas partículas se toman y se mezclan con resina animal, se obtendrá una solución espesa que deberá ser vaciada en un recipiente donde la luz no penetre.

Luego, en la más completa oscuridad, una plancha metálica podrá ser impregnada de dicha solución quedando lista para registrar los contornos de cualquier objeto que sobre ella se coloque cuando se exponga (la plancha) a los rayos del sol."

**Textos hallados en 1925 por el historiador catalán Pedro Plá. Se encontraban en la Biblioteca Provincial de Granada entre manuscritos provenientes de Alejandría

 

Abd-el-Kamir no describe la cámara oscura como su contemporáneo Merlín. No obstante, da una receta de cómo preparar una emulsión sensible a la luz. La película fotográfica, que ahora nos es tan familiar, se obtiene recubriendo un acetato con una fina capa de gelatina, mezclada con bromuro de plata. La fórmula para prepararla fue descubierta en la era moderna a finales del siglo XIX. Sin embargo, mil años antes, era conocida por el alquimista árabe.

No hay indicios de que Abd-el-Kamir supiera de la existencia de la cámara oscura, como tampoco de que Merlín usara alguna emulsión sensible. En el caso del árabe, éste empleó su descubrimiento químico, anticipándose en siglos al inglés Talbot, para fijar por medio de la luz solar, los contornos de plantas y frutos sobre una plancha metálica.

Después de Abd-el-Kamir y durante 500 años, se pierde todo vestigio de posibles investigaciones que pudieran haberse hecho sobre la cámara oscura y la alquimia de las imágenes.
Es hasta el siglo XI que dichas investigaciones se reanudan con el alquimista Adojuhr quien vivió en Sevilla durante el reinado de Abbad III. Comparado con sus antecesores, Adojuhr dejó bastantes referencias acerca de sus experimentos. Su caso es excepcional, pues fue el primero en combinar la cámara oscura - cámara mágica según él - con una emulsión extraordinariamente sensible, que le permitió imprimir imágenes en movimiento aún careciendo de lente

Si en el caso de Merlín y Tzung Ching Pung las alusiones al Unicornio son vagas, en el de Adojuhr sucede lo contrario, pues hace una detallada y minuciosa descripción de este animal. Señala además, la utilidad del cuerno de cada una de las diferentes especies para la perforación del "objetivo" de las "cajas mágicas". No obstante, omite dar detalles del porqué del Unicornio para usarlo en este procedimiento.

Adojuhr diagrama infinidad de diseños para las cajas mágicas e indica sus aplicaciones. Si traducimos, por decirlo así, los términos que empleaba, veremos que son similares a los que hoy se usan en la designación de los objetivos fotográficos modernos.

En su serie de recomendaciones sobre los compuestos químicos para aprehender imágenes, no es necesario un gran esfuerzo para encontrar la similitud entre estos y los actuales. Por ejemplo, el cristal iridiscente de Androstián (?) tiene por equivalente a la película sensible; la arcilla roja de baltur se refiere, quizás, al bicromato de amonio; y así sucesivamente.

Veamos ahora algunas transcripciones de Adojuhr:

... "Se toma un cuerno de Unicornio, se aguza finamente por la punta, y con él se practica un pequeño orificio sobre cualquier superficie refulgente. Por este orificio podrán hacerse pasar, comprimiendo su esencia, toda clase de personas, objetos y lugares, mismos que deberán ser guardados cuidadosamente en una caja de cartón donde permanecerán por la eternidad, para ser sacados cuando alguien los necesite."

… "Del Unicornio, quedan sólo unos cuantos ejemplares de los descritos, pues en el curso de los años y con el afán de poseer su cuerno, los hombres lo han exterminado. Para dejar un testimonio de su forma y como tributo a sus servicios, he aprehendido la imagen del que quizá, sea unos de los últimos Unicornios que vive todavía."
Y así, en un pergamino emulsionado de color naranja, Adojuhr imprimió la imagen del Unicornio que aquí se reproduce:
En muchas de las notas de Adojuhr, pobladas de caracteres extraños que no pertenecen a ningún idioma conocido, el Unicornio está presente.

Entre el legajo de sus abundantes manuscritos, pudieron encontrarse dos imágenes que obtuvo por medio de sus cajas mágicas: Una de ellas, la del Unicornio, es clara y precisa; la otra es una imagen abstracta, muy dañada por el tiempo, de la que hemos hecho una reconstrucción muy subjetiva. Afortunadamente, sus diseños gráficos son numerosos y pueden darnos una idea muy aproximada de los temas que Adojuhr aprehendía con sus extraños aparatos.


Manuscrito de adojuhr

Así, podemos ver que los fabricaba especialmente para destinarlos a diferentes usos. Un ejemplo concreto es el dibujo de la caja mágica para "aprehender espíritus malignos". Curiosamente los "espíritus malignos" representados por el alquimista tienen en sus manos un alfange y una balanza, de lo que podemos inferir se refería a militares, magistrados o comerciantes.

Pero como lo que nos interesa no es la crítica que Adojuhr pudo haber hecho de las clases dirigentes de la sociedad - por que al fin de cuentas ya se sabe que desde el principio de los tiempos y en todas las latitudes han sido odiadas por injustas - sigamos examinando su trabajo.


Cámara para captar espíritus malignos y buscar forma de esterminarlos

Un detalle curioso aparece en algunos de sus dibujos, pues coloca el cuerno del Unicornio un poco arriba del hocico y no sobre la frente.

Existen multitud de figuras humanas y de animales en sus croquis y, si recordamos que a los árabes les estaba prohibido por su religión representarlas, nos sorprende grandemente la osadía de este alquimista.

Esta actitud es comprobatoria del rigor científico que poseía y que lo instó a violar normas sumamente férreas. Lo más probable es que en su fuero interno, Adojuhr rechazara las ideas religiosas o cualquier otro tipo de creencia que pudiera contradecir su vocación de investigador.

 

Estudiando los diseños de sus "cajas mágicas" y para comprender su funcionamiento, se construyeron algunas, adaptándolas a los requerimientos actuales. El resultado fue completamente satisfactorio. A continuación se presentan los diagramas de los diseños originales de Adojuhr.

 

Capítulo anterior

       Siguiente capítulo