MICHAEL NAJJAR

 

¿la verdad en crisis?
sobre de la influencia de las tecnologías digitales en relación al reportaje fotográfico

 

 
El pintor Cubano Vicente Bonachea me dijo alguna vez: "Lo único que los Cubanos toman en serio es el absurdo".

Cuba no es cualquier país. es el ultimo paraíso tropical socialista existente, anacrónico, absurdo, dadaista y sureal. La lógica de su sistema es que no tiene ninguna lógica. Un país lejos de cualquier comprensión racional.

Cuba se encuentra encima de un volcán que habrá de hacer erupción a mas tardar el día que Fidel Castro muera. Pero aun ya hoy parece que se escuchan gritos pidiendo cambios. Sin embargo esos gritos son suprimidos por un extraño silencio. Todo mundo parece que espera algo, pero nadie sabe en qué consiste ese algo. Cuba no vive, sobrevive.

¿De qué forma se puede presentar la realidad Cubana en una imagen fotográfica?. ¿Cómo se puede documentar el absurdo? Esta pregunta me lleva a unas reflexiones básicas acerca de la fotografía documental. La idea de que una foto es una genuina representación de la realidad, ha existido de hecho, desde el inicio de la fotografía. La fotografía documental en particular tiene un aura de "verdad" que es el resultado de su percepción generalizada- algo es, porque así se veía!

Hasta ahora, el mito de la representación fotográfica objetiva ha reprimido el aspecto subjetivo de la fotografía. Nuestra percepción visual está basada en el hecho de que creemos lo que vemos, en especial cuando de fotografía documental se trata. Con el advenimiento de las nuevas tecnologías, especialmente con los procesos digitales, esa percepción finalmente se está confundiendo.

El público ya ha sido confrontado con bastante tecnología digital, lo cual ha dado lugar a trastocar nuestro entendimiento sobre la percepción. La (r)evolución va desarrollándose en forma muy veloz. Esto ha despertado una sensación opresiva de inseguridad en quienes toman las fotografías y quienes las miran. Hay una ausencia de experiencia y de criterios que unifiquen la compresión de las mismas. La confianza tradicional -en la imagen- habrá de desaparecer. Es mas, las fotografías documentales ya no son verdaderas. El momento decisivo de una fotografía documental no es la autenticidad del momento, sino el símbolo del mensaje. Las técnicas digitales, ayudan en avanzar una nueva compresión de la fotografía como tal.

La transformación digital de una fotografía le añade una nueva capa de percepción que no existía en la imagen analógica. Esto genera una pregunta, particularmente con respecto a la fotografía documental. ¿es menos verídica una fotografía que ha sido alterada digitalmente? Desde mi punto de vista no lo es, es mas, muchas veces es el caso contrario.

No debemos olvidar que la interpretación de una imagen toma lugar en nuestros cerebros. El significado de lo que vemos no está en lo que vemos sino en lo que significa para nosotros. Las fotografías no están allí para concretar la realidad sino para interpretarla. Por eso la pregunta no es, si es legítimo o no, manipular las imágenes documentales, sino el cómo.

Una condición, es sin embargo, que cualquier cambio digital sea obvio y reproducible después de una inspección mas detallada. Y eso es entonces el asunto. Fotografías digitales del tipo documental que no tengan rastro visible de haber sido alterado, no le dan al espectador elementos para cuestionar su percepción. Sin embargo una imagen que a primera vista parece no tener contradicciones en su apariencia o contenido, pero que sin embargo contradice lo que es la experiencia y el conocimiento del lector, se convierte en un reto tanto para el fotógrafo como para el que ve la imagen. El mensaje que recibe en primera instancia parecería cierto y por lo tanto cree lo que ve. Tiene entonces que pensar sobre sus impresiones y descubre nueva información que en una primera ojeada le había dado una aparente verdad. Llegando por último a la conclusión, que "no es posible que así haya sido". Lo cual es exactamente la impresión que tuve durante mi viaje a Cuba. No es posible que así haya sido... sin embargo, así fué.


Michael Najjar

Michael Najjar puede ser localizado en: mn@ledesi.de