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Confesión

Formado en ningún sitio Mi "trayectoria creativa" es un penoso caos repleto de irregularidades, contradicciones, reiteraciones e inconsecuencias, que no sé ni puedo argumentar. Dando palos de ciego y con dudosísima información sobre corrientes culturales y formas expresivas propias del momento, ofrezco una producción cada vez más confusa, fruto de la inestabilidad de mi carácter, frecuentemente agrio, y fruto también de la inconsistencia de mis postulados expresivos. Follo poco.

Así que, si valoras resultados por el rigor, el método o el esfuerzo que supuso conseguirlos, tendrás poco que ver conmigo. Ya que todo lo que hago es efecto de la ley misteriosa del azar. Trabajo y vivo sin argumentar, aunque alguna vez haya manejado ciertas argumentaciones, como ahora. No soy innovador, me faltan luces; y además los inventores arriesgan mucho más al asomarse a la vertiginosa ventana del vacío. El riesgo me da miedo y sólo lo asumo si está bien calculado. Extremo que, como he dicho, se opone a mi naturaleza. Por eso, los productos que salen de mi fábrica, andan escasos en control de calidad y enfermosde carencia, porque padecen serios problemas de discurso. Dicen los críticos, que sí tengo un discurso consistente, pero que no he sabido estructurarlo. Y no se atreven a explicármelo, al ser un problema irreversible y de naturaleza terminal.

Muy poca gente muestra interés por considerar o difundir "mi obra" y mucho menos se interesa por pagarla. Me incomoda particularmente que me llamen "artista", "inquieto", "provocador"... en cualquiera de sus acepciones. Padezco profundas cagaleras (diarrea persistens), al percibir formas éticas o estéticas, relacionadas de algún modo, aunque sólo sea lejano, con las hormigas, el consumo o las religiones. Nunca sé qué decir para contentar al público, a cambio de cariñitos y comida. Invento sobre la marcha y aguanto lo que sea preciso para mantener el tipo. Insisto en que la traducción cínica, escueta y literal de mis vulgares intenciones, se resume en tres palabras, que me aburre repetir y hacer creer: SALUD, DINERO Y AMOR compartidos. Como básicas alegrías de la vida. Todo lo demás es perversión

Por tanto, continúa mi impertinencia. Que en lengua vernácula viene a querer decir, más o menos, que "NO ME TOQUÉIS MÁS LOS GÚEVOS".

      Jorge Rueda

 

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