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por Andrew Orlowski

El apasionado ensayo del foto reportero británico Sion Touhig Cómo el cabildeo contra el Derecho de Autor enriquece a las grandes empresas, hizo que nos llegara una docena de e-mails durante las vacaciones

El análisis de Sion describe la concentración de poder en el negocio de la fotografía durante los últimos veinte años, pero fue poco usual en el sentido de que rompió con un tabú.

Cuando se discute sobre “nuevos medios” y nuevas tecnologías, es fácil alabar la transformación y la “transferencia de poder”. Pero rara vez encontramos una discusión sobre las consecuencias –especialmente si las consecuencias hacen que el pasado sea mejor que el presente-. El resultado de toda esta “transferencia de poder” al individuo, según Sion, es que las grandes empresas se han enriquecido más, y han obtenido más poder aún.

Tal vez hasta dos tercios de los e-mails que recibimos se oponen fuertemente a esta idea. Muchos de ellos reflejan un lúgubre fatalismo, “no hay nada que podamos hacer, y los foto reporteros se lo tienen que tragar y buscarse otro trabajo”.

(Una pequeña parte de las respuestas alegan en contra de puntos que ni siquiera fueron tratados por él o sobre organizaciones que ni siquiera mencionó, lo cual puede  o no ser significativo.)

He aquí una pequeña selección de los correos recibidos:

Muy buen  artículo, que señala un gran problema que tiene la llamada “comunidad de Internet”. Dejemos a un lado al público que tomará cualquier cosa que sea gratis y veamos a los autoproclamados defensores de Internet, quienes al parecer tienen la misma miopía maniquea de esa gente que cree que instalar un programa es lo que entendemos por programar.

El tema con el derecho de autor no es malo en sí, sino la descarada apropiación que llevan a cabo las empresas. A mí no me importa pagar 13 libras por un DVD, pero lo que sí me importa es que tengo que pagar 19 libras por los periféricos para mi “playstation” y tener que pagar una segunda licencia.

La culpa la tienen esos estúpidos que gritan en contra del derecho de autor y están acabando con los pequeños negocios y echando en tierra sus propios argumentos y perdiendo una batalla tras otra en contra de los codiciosos oligopolios en los tribunales.

Vishal Vashisht.


Bienvenidos al mundo de la globalización. ¿Creían que no estaban invitados? Los fotógrafos no son diferentes a lo obreros, operadoras de teléfono o los alguna vez muy bien pagados ingenieros de software. Repentinamente se encuentran en un mundo mucho más grande, en donde hay plenitud de contenido y los precios y salarios se ajustan a esto.

¿Cuántas fotos de stock se necesitan en el mundo? Si tengo un millón, ¿necesito otras mil? ¿Y si tengo 10 millones? El trabajo tradicional de los fotógrafos era debido a la ineficiencia, los editores no tenían otra opción que enviar a un fotógrafo a tomar fotos. Ahora tienen elección, es muy eficiente para ellos, aunque malo para ustedes.

Pienso que el Internet, por su misma naturaleza y no por maquinaciones de las multinacionales, será muy duro para los periodistas y creadores de contenido desechable como las noticias y la ficción. Si alguna vez aprendemos a leer libros electrónicamente, también les tocará a los autores de éstos.

Recuerdo ver que todos los trabajos se iban para Asia en los 80s y pensar “por lo menos no pueden exportar mi trabajo de ingeniero”. Si tienen suficiente edad, tal vez hayan cubierto la noticia. ¿Creían que ustedes estaban asegurados? Pues bien, en el 2001 fui de ser el tipo con más ofertas de trabajo que conocía, a ser desempleado. Fue una gran llamada de atención.

Esperamos que nuestros teléfonos celulares y computadoras se abaraten cada año. Esperamos que nuestros autos y artículos domésticos y comida sigan baratos. Todos vamos a las bodegas en busca de gangas. Claro que la calidad no es la misma que la de los productos de fabricación nacional que solíamos comprar, ¡Pero son tan baratos! ¿Qué derecho tenemos de quejarnos cuando nos despiden porque nuestro trabajo se fue a Calcuta o Taiwán? ¿Que derecho tenemos de quejarnos de la comida chatarra o bienes de mala calidad? Si eso es lo que estamos pidiendo, eso es lo que las corporaciones nos darán.

Esto no va a cambiar si los consumidores no cambian. Averigüen como hacer para que los consumidores paguen más por la calidad y tendrán la cura para salvar su trabajo.

Si yo quiero seguir teniendo un trabajo, tengo que encontrar maneras de hacer las cosas mejor que los tipos que hacen software en Beijing o San Petersburgo. Tengo que ser mucho más productivo para justificar mi gordo salario americano. Supongo que es lo mismo para los fotógrafos, si tu producción es realmente especial, puedes seguir teniendo trabajo. Si solo es buena, dudo que eso siga siendo suficiente.

Suspiro

Kurt Gunteroth

Extrañamente, un pequeño número de lectores pensaron que la nota de Sion era un ataque en contra de la FSF (Free Software Foundation, Fundación de software gratuito), que ni siquiera fue mencionada directa o indirectamente. Un par acusaron a Sion de solicitar periodos de pago de regalías extendidos o permanentes, lo que tampoco dijo.

Lamento que tu carrera esté en vías de desaparecer, tal como las fábricas de látigos de antaño. Eso no es culpa ni de los Creative Commons o la Free Software Foundation. Tu diatriba neo-Ludita en contra de esas organizaciones no va a cambiar eso. Tal vez es tiempo de renunciar a tu sueño y empieces un trabajo por hora como el resto de nosotros y renunciar a tu sueño de seguir recibiendo dinero por trabajo que ya terminaste hace mucho.

John Frey


No es la gente que fundó Copyleft la que ha instituido esta falta de respeto al derecho de autor, sino la codicia de la gente común, seguida muy de cerca por la de las corporaciones mediáticas, quienes desean poner un freno a la anterior para satisfacer la propia.

Es esto lo que genera el desprecio por el derecho de autor. La idea de que un individuo puede tomar un trozo de cualquier medio y usarla creativamente nunca ha sido puesta en duda y siempre fue permitida por la ley (dependiendo del país). No es de sorprenderse que las empresas busquen obras gratuitas y que presuman que el derecho de autor no existe, porque el trabajo que esta en Internet es enviado vía e-mail o es de dominio público.

Solo espero que el mundo creativo pueda encontrar su FSF; normalmente un simple programador o un equipo disperso por el mundo no tiene el poder de llevar a una compañía a los tribunales, pero la FSF si ha llevado a juicio a compañías que violan derechos de autor de software, esto podría ayudarles algo en su situación actual.

Martin Owens

Esta conducta deshonesta ofrece una falsa “interactividad” entre editor y público, y muestra un desprecio por los lectores, al asumir que aceptan basura y lo que es todavía peor, los anima a producir gratis lo que van a pagar por ver publicado.”

Si el lector acepta esta basura, e históricamente, -y lo han hecho demasiadas veces, si no ¿cómo se explica el éxito de el Weekly World News por ejemplo?- entonces el publicar periodismo de calidad es un suicido económico, por que la calidad siempre es más cara que la basura.

No me malinterpreten, detesto el mal periodismo. También reconozco que l a mayoría de la gente tiene un IQ de 75 en un muy buen día, que no tienen buen gusto y que no pueden distinguir entre Paris Hilton y Betty Ford sin ayuda de subtítulos. ¿Quién creen que compra la basura que se ofrece en el correo chatarra?

Una pequeña cantidad de bienes y servicios de calidad siempre tendrá un nicho de mercado, pero mientras la mayoría  de la gente no sean más que máquinas de procreación con ingresos desechables, la gran mayoría de lo que se vende seguirá siendo basura.

Morley Dotes

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